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La Fuente de Bernos es de origen galo. Los galos adoraban a las deidades del agua y los druidas celebraban su culto en claros donde el sol penetraba cerca de manantiales ferruginosos considerados deidades.
La vida espiritual de los galos ocupaba un lugar importante en su grupo social. Los druidas, vestidos de blanco, símbolo de la pureza de la luz y la inmortalidad del alma, encabezaban reuniones dentro del bosque que se había convertido en templo.
La Fuente de Bernos es un yacimiento rico en leyendas y misterios. Su forma circular, sus aguas ferruginosas, el arco que delimita la entrada y que tenía una puerta, su entorno de encinas. Sus leyendas sugieren fuertemente que alrededor de esta fuente, que nunca se ha visto seca, se desarrollaban cultos druídicos y celtas.
Según la leyenda, ¿un hada regresa en momentos determinados a la fuente, en la que calma su sed durante su existencia terrena?
Otra leyenda, una princesa que cayó a la fuente y se ahogó allí, y su cabello rojo aún permanece en la superficie del agua.
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